-EL ROBO DE FIDEICOMISOS DE NUEVO LAREDO-
04.05.2018

Nuevo Laredo, Tamps. El puente más nuevo, el Puente III, fue pagado con préstamos solicitados
por el gobierno municipal. Ustedes y nosotros, los ciudadanos que
pagamos impuestos, somos en teoría los dueños de este bien público.
Hay dos fideicomisos en los que se descubrió un
robo que superaba los 30 millones de pesos, pero que nunca fueron
devueltos. Tampoco hubo castigo para los funcionarios implicados, y cada
administración que llega, le da la vuelta y evita hablar de este robo
al pueblo de Nuevo Laredo.
"En la auditoría efectuada al
Fideicomiso del Puente Internacional III se detectaron 20
irregularidades en el uso de recursos económicos, que suman 13 millones
974 mil 968 pesos", publicó El Mañana en febrero del 2008.
Por
esos 13 millones de pesos detuvieron a un funcionario menor, José
Gabriel Marín Loya, quien después de unos meses en la cárcel salió libre
con y amparado. Y los millones, jamás han sido devueltos, ni los
funcionarios, ni ex alcaldes procesados.
El otro fraude fue al Fideicomiso de Reservas Territoriales. En ese caso hubo un faltante de otros seis millones de pesos.
Ahí
los funcionarios nadaron de a "muertito" y argumentaron que les
falsificaron ocho firmas, que involucraban desde el alcalde Daniel Peña
hasta el tesorero y otros funcionarios.
"Fueron ocho firmas
falsificadas en documentos que serían utilizados para pagar los
servicios de proveedores.. Las firmas apócrifas abarcaban desde el
alcalde hasta el tesorero municipal", informaron en ese entonces.
Los
fideicomisos son una tapadera para robar, eso es evidente. Por eso, el
gobierno del Estado no ha querido soltar el Fideicomiso del Puente III,
porque lo maneja a su antojo, y el dinero puede desaparecer sin
consecuencias.
Por esto también el Fideicomiso de Reservas
Territoriales, administrado por las autoridades municipales, es otra
fuente de corrupción en el que jamás se aclaró quién se robó esos 6
millones de pesos.
Esos son los millones de los que nos enteramos que se robaron. Imagine cuánto más nos han hurtado a los neolaredenses.
Sin embargo, para beneficiarse de los ingresos sin rendir cuentas y en opacidad, los políticos inventaron los fideicomisos. Así fue como prácticamente privatizaron el manejo de bienes públicos, y los convirtieron en empresas productoras de dinero fresco a disposición de funcionarios.